viernes, 21 de septiembre de 2007

Un mensaje para vos

De alguna manera te estoy hablando, no es mi intención encender tu mente, ni cautivar tu mirada, ni prender fuegos y menos encontrar cama. En este mensaje no hay rosas, porque las mías todas tienen espinas, no hay estrellas, ni nada; sólo soy yo: temblando algunas veces, porque debo confesar que siento miedo. Y es que una nunca sabe a ciencia cierta que sucede en el interior, a excepción de esos días en soy más mujer, menos muerte y escorpión, pero de eso no vine a hablarte. Te traje este mensaje sencillo en el cual quisiera decirte: ballena blanca, belleza interna, humildad de pobre, abrigo de enfermo…

Estas líneas no son de amor, eso no puedo escribirlo, todavía no es mi tiempo. Solo escribo verdades donde leas que no soy una mujer voladora. Talvez encontraras mis dibujos todos juntos y yo dentro de la botella sin magia, sólo yo, sólo carne, sólo piel, un poco centella, con ganas de invocarte, buscando llegar más allá de donde he llegado, dulce o amargo me da lo mismo.

Talvez te diré que, quizá encuentres lugares llenos de mi, de mis fotos, de mis cuadros, de mis permisos tontos y de lo que no te he dicho. Entonces mi mensaje te cogerá por la cara y hará que leas atento esto que te estoy escribiendo. Pero recuerda que estas no son palabras de amor son mis verdades, mis historias, mis sueños y pesadillas todo junto en reunión de femeninas marchitas del camino que toman las palabras cuando han sido mal dichas, mal escuchadas, mal escritas, mal leídas. Y ellas todas se quedarán quietas para que observes bien sus caras. Seguro se pelearán por tu atención, por tu recuerdo, por el instante en que quieras besar una de mis mejillas; mejor bésame las dos, o la boca, las manos, el cuerpo, la piel y hasta el alma que a eso estoy acostumbrada.

Recuerda que estas son sólo palabras, lenguaje, vocablos, oraciones; que amor es demasiado, eso no existe en este momento. Para mi existe el blanco y el negro, el llanto y la alegría, el sonrojo y el descaro, de mentiras y desilusión, de eso conozco demasiado. Talvez exista para vos la ilusión y la tristeza; amor es una palabra muy grande para abarcarnos. Y yo me quedo yo, siendo la misma, no tan piedra ni tan aguja como quisiera y vos seguro te quedas siendo el mismo.

En este mensaje he encerrado los caprichos bajo llave, lejos de los dos, he envuelto mis manos para curarme sola las heridas. Y es que entre nosotros nunca va a existir un ganador, esa lucha no nos pertenece, no existe, el poder es casi una forma de amor que no nos va, que no se acomoda a mi piel, ni a mis ojos, ni a mi libertad y a el poder yo no lo quiero.

Entre estas líneas encontrarás mis inciertos, mis desdichas que no te importan, ni tienen por qué. Así inmutable, pasajero, pertinente, tierno y orgulloso, casi tempestad. Te recuerdo que no te amo porque no te tengo, solo escribo y escribo lo que siento, no persigo lo que vuela, sufro de vértigo; no suspiro porque estoy respirando, por ahora sueño sólo cuando estoy dormida, no busco acurrucarme porque no tengo tus brazos. Soy un ángel en el paraíso y también tengo mi propio infierno, eso quisiera compartir contigo: que te vengas para acá y te quemes conmigo, que ardas como madera fina, que te dejes consumir quizá un poco y dejes que te respire.

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