
Me la paso divagando, mejor dicho filosofando como el perro del cuento de mi hija, que para ser un libro infantil tiene un contenido fabuloso: dice que un perro es filósofo cuando no tiene nada que hacer y se la pasa pensando en la vida, hundiéndose en un crisis existencial, tal como lo hago constantemente buscando las respuestas a esas preguntas -algunas sin sentido, otras que a la hora de saber la verdad preferiría no haberla conocido y se queda en mi mente imágenes como estampas de tal tema o tal otro.
Como ya lo he dicho antes, me considero una persona bastante cuestionadora, bastante curiosa. Todas las mañanas cuando me levanto y vuelvo en sí del emocionante viaje al que he ido se me mete una idea en la cabeza, la mastico lavándome los dientes, tomándome un café para poder empezar todo aquello que me espera. Esta mañana me levante con la idea del amor, será porque ayer hablé contigo toda la noche y lo último que recuerdo fue tu descansa y mi te amo…
Pues me he puesto a pensar que eso de amar a lo humano es verdaderamente cruel, amante es un sinónimo de dueño o dueña, de amo o ama y de ser el señor o señora de alguien. Tenemos tanta necesidad de pertenecer a algo o a alguien que a veces lo hacemos a todos los costos. También tenemos la necesidad de sentir nuestros pies sobre la tierra y que alguien sea nuestro, algo así como mi carro, mi casa, mi perro, mi ropa, mi amor…
Nos enamoramos y caemos rendidos a ese abismo de amor en el cual la mayoría pierde parte o su personalidad completamente. Nos enamoramos y dejamos de respirar por nosotros mismos y entonces sentimos soledad cuando estamos con nosotros mismos y la necesidad de que nos amen, de que nos toquen la carne, por qué no hacerlo nosotros mismos, por qué no despertarnos por la mañana felices de estar solos y de tener un espacio para escuchar solo nuestra respiración.
Cuando era pequeña una vez vi aquella película llamada Coccon, se acuerdan? Se me viene a la mente la escena en la que la guapísima extraterrestre quiere “compartirse” con el insignificante humano dándole la mejor satisfacción de su vida. Será que nosotros en lugar de “amarnos” podamos aprender a compartirnos de esa manera.
A mi, sinceramente, esa manera de posesión me da miedo, me asusta de sobre manera que alguien por mera necesidad quiera que sea parte de su propiedad y él parte de la mía. Yo creo que por eso fracasan las relaciones, bueno en mi caso la mía ha fracasado por otros muchos factores que no vienen al caso en este momento, pero me resulta frustrante pensar que para ser feliz haya que socialmente poseer a algún individuo que me dará alguna clase de “seguridad” y “amor”. No somos ni de nosotros mismos, porque en sí somos ínfimas partes del Cosmos, entonces cuál es la razón de este absurdo tema?
Me encantaría compartir tu alegría y que yo comparta la tuya sin cruzar la delgada línea de mi personalidad o la tuya. Sería bello poder disfrutar juntos del silencio, sin miedo, porque no siempre hay que decir lo que se piensa, estar solo juntos sabiendo que estamos en nuestros cuerpos pero la cabeza de cada uno está en su mundo aparte. Y esto no es egoísmo es vida, empezar a depender más de nosotros mismos para ser felices y dejar de pensar que la felicidad se encuentra en las manos de otros.
Como ya lo he dicho antes, me considero una persona bastante cuestionadora, bastante curiosa. Todas las mañanas cuando me levanto y vuelvo en sí del emocionante viaje al que he ido se me mete una idea en la cabeza, la mastico lavándome los dientes, tomándome un café para poder empezar todo aquello que me espera. Esta mañana me levante con la idea del amor, será porque ayer hablé contigo toda la noche y lo último que recuerdo fue tu descansa y mi te amo…
Pues me he puesto a pensar que eso de amar a lo humano es verdaderamente cruel, amante es un sinónimo de dueño o dueña, de amo o ama y de ser el señor o señora de alguien. Tenemos tanta necesidad de pertenecer a algo o a alguien que a veces lo hacemos a todos los costos. También tenemos la necesidad de sentir nuestros pies sobre la tierra y que alguien sea nuestro, algo así como mi carro, mi casa, mi perro, mi ropa, mi amor…
Nos enamoramos y caemos rendidos a ese abismo de amor en el cual la mayoría pierde parte o su personalidad completamente. Nos enamoramos y dejamos de respirar por nosotros mismos y entonces sentimos soledad cuando estamos con nosotros mismos y la necesidad de que nos amen, de que nos toquen la carne, por qué no hacerlo nosotros mismos, por qué no despertarnos por la mañana felices de estar solos y de tener un espacio para escuchar solo nuestra respiración.
Cuando era pequeña una vez vi aquella película llamada Coccon, se acuerdan? Se me viene a la mente la escena en la que la guapísima extraterrestre quiere “compartirse” con el insignificante humano dándole la mejor satisfacción de su vida. Será que nosotros en lugar de “amarnos” podamos aprender a compartirnos de esa manera.
A mi, sinceramente, esa manera de posesión me da miedo, me asusta de sobre manera que alguien por mera necesidad quiera que sea parte de su propiedad y él parte de la mía. Yo creo que por eso fracasan las relaciones, bueno en mi caso la mía ha fracasado por otros muchos factores que no vienen al caso en este momento, pero me resulta frustrante pensar que para ser feliz haya que socialmente poseer a algún individuo que me dará alguna clase de “seguridad” y “amor”. No somos ni de nosotros mismos, porque en sí somos ínfimas partes del Cosmos, entonces cuál es la razón de este absurdo tema?
Me encantaría compartir tu alegría y que yo comparta la tuya sin cruzar la delgada línea de mi personalidad o la tuya. Sería bello poder disfrutar juntos del silencio, sin miedo, porque no siempre hay que decir lo que se piensa, estar solo juntos sabiendo que estamos en nuestros cuerpos pero la cabeza de cada uno está en su mundo aparte. Y esto no es egoísmo es vida, empezar a depender más de nosotros mismos para ser felices y dejar de pensar que la felicidad se encuentra en las manos de otros.
Adoro compartirme contigo, encontrar rincones donde seamos compatibles, pero también me encanta cuando no preguntas, cuando me permites solo ser.
Han escuchado ese refrán: “Si amas algo déjalo libre….” Por Dios!!!! Qué horrendo!!! porque te están diciendo que antes tenías enjaulado a un humano en tu prisión? Que si vuelve como paloma a su encierro de protección entonces puedes dejártelo? Vaya forma de ver al amor la de nosotros!!! Es casi como estar programado o programada para esa clase de acción o pensamiento grotesco y absurdo…
Seamos libres y amémonos bien, seamos vos y yo y dejemos de lado la tortura, seamos felices y disfrutémonos así tal cual venga, tal cual sea el “camino” que nos toca andar juntos.
Han escuchado ese refrán: “Si amas algo déjalo libre….” Por Dios!!!! Qué horrendo!!! porque te están diciendo que antes tenías enjaulado a un humano en tu prisión? Que si vuelve como paloma a su encierro de protección entonces puedes dejártelo? Vaya forma de ver al amor la de nosotros!!! Es casi como estar programado o programada para esa clase de acción o pensamiento grotesco y absurdo…
Seamos libres y amémonos bien, seamos vos y yo y dejemos de lado la tortura, seamos felices y disfrutémonos así tal cual venga, tal cual sea el “camino” que nos toca andar juntos.