que las ganas nunca faltan,
enredarse entre colores que den vueltas entre las orejas y la cabeza,
se paseen por el alma y de vez en cuando den un giro brusco entre los sentidos y te dejen mirando a lo lejos casi confundido,
casi sin sentir,
sin escuchar,
casi sin motivos,
con una marea de mariposas revoloteando y ganas de besar.
esas caricias que derepente se vuelven de agua,
como una cascada que te roza,
como momentos por la manana donde despertar esta en tus manos.
nunca falta el instante en que desearia poder borrar el pasado
empezar un nuevo dia sin sentir el pesado ritmo de todo aquello que se fue,
algo asi como los desfiles que dejan a su paso y al dia siguiente hay basura y decoraciones caidas
hasta que los empleados de la municipalidad empiezan a recoger los escombros de toda aquella la alegria.
y cuando cierro los ojos de los momentos mas bellos tengo tus besos y el calor de tus manos,
el amor que no se siente y el agitado ritmo caridiaco de dos cuerpos que quieren mas.
esos momentos en que las estrellas no bastan
y hubiera querido que leyeras esta confundida mente;
en esos momentos donde nada tenia una razon infinita:
era yo flotando en el aire como parte de las decoraciones que algun otro boto en la calle luego de un desfile triunfal.
nunca me senti acogida, siempre te tuve miedo, todavia lo tengo y no te puedo mentir.
mis palabras aun hacen sangrar heridas y las tuyas se me meten profundas como astillas por la piel.
todavia te sueno porque no eres mio y seguro que tambien me sonaras;
pensaras que yo sigo siendo el ser sin pies y sin oidos que decidio solo flotar.
pues derepente los miedos me hacen ahora esconderme y me refugio en soledad,
yo conmigo misma es mas facil, no duele y no me hace llorar.
no se si alguna vez entiendas que ya no tengo nada que ocultar,
que mis juegos contigo son casi inofensivos,
que no tengo dagas en las manos ni ganas de cortar.
las ganas nunca faltan de verte despertar despacio abrazado a mi almohada o a mi cuerpo, nunca esta de mas sonar.
no quiero atarme a tus pesadillas,
ni quedarme en el limbo de lo que esperas,
ni ser la mitad de un eso que nunca va a pasar.
me entristece en sobre manera que el destino siga jugando el juego donde vos y yo estamos
uno mas lejos que el otro y de repente nos encontramos para simplemente dejarnos de nuevo y asi volver a empezar.
no se si entiendes esto, o si tengo que explicarlo,
que mi amor no tiene limite,
entre flores secas y papelitos, ahi, es donde me vas a encontrar.
sigo siendo la misma romantica empedernida solo que a escondidas,
y seria mas facil dejarte pasar que mantenerte vivo.
hay que encontrar momentos para decir lo que se siente,
hay que buscar espacios donde se nada contra corriente,
lugares donde estar solos,
esquinas ya llenas,
botellas vacias y tu aliento y el mio que no se puedan controlar.
no se si te estoy diciendo que te amo de verdad,
lo que si se es que todavia puedo hacer galletas
y me siento por las noche y me tapo los oidos para escucharme respirar.
no se si interesa escucharme decir esto pero era para mi una necesidad.
aqui dejo lo que pienso, lo que se cuela en mi alma, en mi cabeza y no me deja tranquila hasta que lo escriba...
martes, 10 de noviembre de 2009
viernes, 11 de septiembre de 2009
Quien no extrana a Benedetti?
Rostro de vos
Tengo una soledad
tan concurrida
tan llena de nostalgias
y de rostros de vos
de adioses hace tiempo
y besos bienvenidos
de primeras de cambio
y de último vagón.
Tengo una soledad
tan concurrida
que puedo organizarla
como una procesión
por colores
tamaños
y promesas
por época
por tacto
y por sabor.
Sin temblor de más
me abrazo a tus ausencias
que asisten y me asisten
con mi rostro de vos.
Estoy lleno de sombras
de noches y deseos
de risas y de alguna
maldición.
Mis huéspedes concurren
concurren como sueños
con sus rencores nuevos
su falta de candor
yo les pongo una escoba
tras la puerta
porque quiero estar solo
con mi rostro de vos.
Pero el rostro de vos
mira a otra parte
con sus ojos de amor
que ya no aman
como víveres
que buscan su hambre
miran y miran
y apagan mi jornada.
Las paredes se van
queda la noche
las nostalgias se van
no queda nada.
Ya mi rostro de vos
cierra los ojos
y es una soledad
tan desolada.
Tengo una soledad
tan concurrida
tan llena de nostalgias
y de rostros de vos
de adioses hace tiempo
y besos bienvenidos
de primeras de cambio
y de último vagón.
Tengo una soledad
tan concurrida
que puedo organizarla
como una procesión
por colores
tamaños
y promesas
por época
por tacto
y por sabor.
Sin temblor de más
me abrazo a tus ausencias
que asisten y me asisten
con mi rostro de vos.
Estoy lleno de sombras
de noches y deseos
de risas y de alguna
maldición.
Mis huéspedes concurren
concurren como sueños
con sus rencores nuevos
su falta de candor
yo les pongo una escoba
tras la puerta
porque quiero estar solo
con mi rostro de vos.
Pero el rostro de vos
mira a otra parte
con sus ojos de amor
que ya no aman
como víveres
que buscan su hambre
miran y miran
y apagan mi jornada.
Las paredes se van
queda la noche
las nostalgias se van
no queda nada.
Ya mi rostro de vos
cierra los ojos
y es una soledad
tan desolada.
Para empezar quisiera decir que detesto la gente que piensa que la belleza es sinónimo de estupidez.
Detesto a los que mienten, a la gente falsa que se oculta, por eso yo soy así algunas veces blanca otras negra pero siempre yo.
Detesto la gente que se olvido de jugar, los que no entienden de poesía ni de colores.
Detesto nadar contra corriente, es mejor dejarse llevar, flotar, disfrutar del momento sin penas, sin ataduras, sin desencantos.
Detesto los que le ponen límites a los sueños y a las sonrisas, detesto a los que logran encasillar.
Me encanta tocar, vivir y soñar. Levantarme por las mañana, abrir los ojos y sentirme respirar.
Amo en sobre manera tener una sonrisa en la boca, es la mejor medicina que el alma puede tener.
No soy una mujer muy particular… No me gusta las cadenas, le huyo a las ataduras psicológicas. No necesito obligarte a nada, ni llorar las penas, ni hacer berrinches para conseguir lo que quiero. La vida me ha enseñado que nada es insuperable, que todo lo que pasa enseña algo y que está conmigo solo quien realmente quiera estar.
Me gusta que me conozcan, que me entiendan sin usar métricas comunes porque así no lo logra nadie.
Abro muy poco las ventanas, mis puertas casi siempre están cerradas por medidas de seguridad, me doy a poquitos porque es mejor no sobrar.
Miro los jardines, me sorprenden los niños y las mariposas; los gatos parecen super interesantes, las libélulas me encantan desde pequena y las luciérnagas me hipnotizan.
Es fácil mirarme, pero para encontrarme tienes que buscar mas allá.
No me trates como a cualquiera, yo las cosas comunes casi nos las entiendo. Para mi hay un ya, una ahora, un si, un no. El talvez no es parte de mi vocabulario, esa jamás será mi respuesta.
Uso el pelo corto porque me siento mas real, si te gusto bien y si no que mas da…
Soy desconfiada por naturaleza, me han herido muchas veces pero nunca he dejado de amar.
Mi vida ha sido un caos, pero es mi caos y la amo así… enseñándome las cosas con golpes bajos, nada fácil pero más emocionante quizá.
La mayor parte del tiempo escribo lo que siento y otras me da por hablar, nunca me quedo callada siempre tengo algo que decir.
Mi independencia puede confundirse con soledad, pero nunca estoy sola aunque no tenga con quien estar, en esos espacios puedo estar conmigo, me gusta hablarme y acomodar mis pensamientos tratando de darles algún orden lógico.
No me interesa al final si me logras captar o no, pero si me interesa poderme comunicar. Tengo un estilo propio talvez difícil de alcanzar y si te ofrezco compartirlo no me enojo si no se da, simplemente una lástima que no quieras volar, pero nunca he muerto por nadie ni creo que vaya a pasar, he superado cosas horribles sola y aquí estoy en pie sin nada que perder, sin nada que ganar.
En mi vida haymuchos colores y flores y perfumes, momentos con musica y ruido, silencios interminables, llantos, libros y puedo dormir en paz aunque si me asustan algunas sombras en la oscuridad.
Detesto a los que mienten, a la gente falsa que se oculta, por eso yo soy así algunas veces blanca otras negra pero siempre yo.
Detesto la gente que se olvido de jugar, los que no entienden de poesía ni de colores.
Detesto nadar contra corriente, es mejor dejarse llevar, flotar, disfrutar del momento sin penas, sin ataduras, sin desencantos.
Detesto los que le ponen límites a los sueños y a las sonrisas, detesto a los que logran encasillar.
Me encanta tocar, vivir y soñar. Levantarme por las mañana, abrir los ojos y sentirme respirar.
Amo en sobre manera tener una sonrisa en la boca, es la mejor medicina que el alma puede tener.
No soy una mujer muy particular… No me gusta las cadenas, le huyo a las ataduras psicológicas. No necesito obligarte a nada, ni llorar las penas, ni hacer berrinches para conseguir lo que quiero. La vida me ha enseñado que nada es insuperable, que todo lo que pasa enseña algo y que está conmigo solo quien realmente quiera estar.
Me gusta que me conozcan, que me entiendan sin usar métricas comunes porque así no lo logra nadie.
Abro muy poco las ventanas, mis puertas casi siempre están cerradas por medidas de seguridad, me doy a poquitos porque es mejor no sobrar.
Miro los jardines, me sorprenden los niños y las mariposas; los gatos parecen super interesantes, las libélulas me encantan desde pequena y las luciérnagas me hipnotizan.
Es fácil mirarme, pero para encontrarme tienes que buscar mas allá.
No me trates como a cualquiera, yo las cosas comunes casi nos las entiendo. Para mi hay un ya, una ahora, un si, un no. El talvez no es parte de mi vocabulario, esa jamás será mi respuesta.
Uso el pelo corto porque me siento mas real, si te gusto bien y si no que mas da…
Soy desconfiada por naturaleza, me han herido muchas veces pero nunca he dejado de amar.
Mi vida ha sido un caos, pero es mi caos y la amo así… enseñándome las cosas con golpes bajos, nada fácil pero más emocionante quizá.
La mayor parte del tiempo escribo lo que siento y otras me da por hablar, nunca me quedo callada siempre tengo algo que decir.
Mi independencia puede confundirse con soledad, pero nunca estoy sola aunque no tenga con quien estar, en esos espacios puedo estar conmigo, me gusta hablarme y acomodar mis pensamientos tratando de darles algún orden lógico.
No me interesa al final si me logras captar o no, pero si me interesa poderme comunicar. Tengo un estilo propio talvez difícil de alcanzar y si te ofrezco compartirlo no me enojo si no se da, simplemente una lástima que no quieras volar, pero nunca he muerto por nadie ni creo que vaya a pasar, he superado cosas horribles sola y aquí estoy en pie sin nada que perder, sin nada que ganar.
En mi vida haymuchos colores y flores y perfumes, momentos con musica y ruido, silencios interminables, llantos, libros y puedo dormir en paz aunque si me asustan algunas sombras en la oscuridad.
Estar atrapado
Te ha pasado que te sientes atrapado en un limbo extraño al cual no perteneces y del cual no entiendes nada?
Te ha pasado que tu cerebro tiene creaciones fenomenales y tus manos son completamente incapaces de plasmarlas?
Te ha pasado que tu corazón siente que explota y tu boca es incapaz de expresarlo?
Te ha pasado que de cuando en cuando piensas tan distinto que la gente te mira extraño?
Te pasa que no reconoces este mundo como algo tuyo, tangible y enano, que las cosas son borrosas y que lo que importa verdaderamente son esos detalles que casi todos ignoran?
Te pasa como a mi que cuando lloras de tristeza es como tener un aguacero en el alma que moja todos los rincones de tu vida; y cuando terminas sale un hermoso arco iris que demuestra que valió la pena todo ese llanto?
Encuentras detestable las palabras falsas, la gente ridícula que se refugia en superficialidades e hipocresías? Odias las mentiras, los rencores y la ira?
Te parece extraño que cuando te ríes solo te miren extraño, como si nadie tuviera memorias, como si los momentos placenteros se borraran de las mentes o fueran cromos empolvados, guardados en la caja de los recuerdos.
A mi pasa que mi inocencia es casi el doble a mi sentido común y a veces mi sentido común sobrepasa a mi ego. Me encuentro a mi misma bastante extraña a veces, me parece que no calzo, que divago en este mundo, que voy paseando por momentos dentro de un universo paralelo. Soy casi invisible, pero no vuelo.
Pocas veces siento que alguien pueda entender eso que siento y como lo siento, quisiera explicarlo pero es complicado; ya vivirlo es complicado, imposible casi profundizarlo, tendrías que entrar en mi cabeza, conocerme de alguna forma, dibujar conmigo un rato, ver esas cosas que veces pinto a escondidas, leer otras tantas como esta que trato de escribirlas. Que más? Seguro tendrías que esconderte acá conmigo y dejarte ver a poquitos…
Te ha pasado que tu cerebro tiene creaciones fenomenales y tus manos son completamente incapaces de plasmarlas?
Te ha pasado que tu corazón siente que explota y tu boca es incapaz de expresarlo?
Te ha pasado que de cuando en cuando piensas tan distinto que la gente te mira extraño?
Te pasa que no reconoces este mundo como algo tuyo, tangible y enano, que las cosas son borrosas y que lo que importa verdaderamente son esos detalles que casi todos ignoran?
Te pasa como a mi que cuando lloras de tristeza es como tener un aguacero en el alma que moja todos los rincones de tu vida; y cuando terminas sale un hermoso arco iris que demuestra que valió la pena todo ese llanto?
Encuentras detestable las palabras falsas, la gente ridícula que se refugia en superficialidades e hipocresías? Odias las mentiras, los rencores y la ira?
Te parece extraño que cuando te ríes solo te miren extraño, como si nadie tuviera memorias, como si los momentos placenteros se borraran de las mentes o fueran cromos empolvados, guardados en la caja de los recuerdos.
A mi pasa que mi inocencia es casi el doble a mi sentido común y a veces mi sentido común sobrepasa a mi ego. Me encuentro a mi misma bastante extraña a veces, me parece que no calzo, que divago en este mundo, que voy paseando por momentos dentro de un universo paralelo. Soy casi invisible, pero no vuelo.
Pocas veces siento que alguien pueda entender eso que siento y como lo siento, quisiera explicarlo pero es complicado; ya vivirlo es complicado, imposible casi profundizarlo, tendrías que entrar en mi cabeza, conocerme de alguna forma, dibujar conmigo un rato, ver esas cosas que veces pinto a escondidas, leer otras tantas como esta que trato de escribirlas. Que más? Seguro tendrías que esconderte acá conmigo y dejarte ver a poquitos…
Los segundos corren, pasan junto a mí…
Se transforman en minutos, mutan en horas, en tiempo…
El infierno va quedando atrás,
Se va borrando y ya no arde tan hondo en mi pecho.
Lo había que tejido se ha ido deshaciendo poco a poco,
Maldito tiempo que se desahoga conmigo.
Las paredes se ven borrosas, ya no hay muros que nos separen.
Nuestras jaulas han quedado abiertas, y de mi cuerpo, te ofrezco lo que puedo darte.
Ya no tengo miedo,
Ya no tengo la asfixia de pensar en el mañana,
Ya no vale la pena,
déjame venir,
déjame encontrar,
déjame soplarte la cara, llenarte los ojos de fantasías y hacerte soñar conmigo.
Ser un regreso suave de esos que no se sienten,
una mañana caliente que se limpie la cara con nuestros cuerpos,
encontrarte colado entre mis pensamientos,
cazando segundos y enfrascándolos para que ya no escapen,
abriendo espacios donde tus zapatos amanezcan junto a los míos,
verte despertar entre mis flores muertas.
Quedarte dormido entre mis libros, que no te muerdan mis recuerdos.
Se transforman en minutos, mutan en horas, en tiempo…
El infierno va quedando atrás,
Se va borrando y ya no arde tan hondo en mi pecho.
Lo había que tejido se ha ido deshaciendo poco a poco,
Maldito tiempo que se desahoga conmigo.
Las paredes se ven borrosas, ya no hay muros que nos separen.
Nuestras jaulas han quedado abiertas, y de mi cuerpo, te ofrezco lo que puedo darte.
Ya no tengo miedo,
Ya no tengo la asfixia de pensar en el mañana,
Ya no vale la pena,
déjame venir,
déjame encontrar,
déjame soplarte la cara, llenarte los ojos de fantasías y hacerte soñar conmigo.
Ser un regreso suave de esos que no se sienten,
una mañana caliente que se limpie la cara con nuestros cuerpos,
encontrarte colado entre mis pensamientos,
cazando segundos y enfrascándolos para que ya no escapen,
abriendo espacios donde tus zapatos amanezcan junto a los míos,
verte despertar entre mis flores muertas.
Quedarte dormido entre mis libros, que no te muerdan mis recuerdos.
miércoles, 19 de agosto de 2009
Por las mananas sigue siendo lo mismo, pues me levanto antes de que el sol salga y me pongo de humor para salir a este gran mundo, ganarse el pan no es cosa facil. Para algunos, seguro mas sencillo que para otros, no me quejo de lo mio, me divierto demasiado y ademas puedo colarme por entre los rincones y verte pasar fugaz por entre los pasillos, o riendote en alguna esquina!!!
Lo que me altera quiza es que no he logrado hacer lo que yo yo quiero, siempre consigo meter a la gente antes que yo y ya estoy cansada, quiero vivir mi vida y la carga es grande, asi que no me queda mas que continuar con mis responsabilidades, lo que sucede es que aveces esas personas a las que les sirvo podrian hacerme el favor de aligerarme la carga, pero no!!! por el contrario me meten piedras en los bolsillos y si tuvieran la oportunidad me harian zancadillas para hacerme caer en alguna de mis continuas carreras diarias.
Es un sin fin... creo que todos pasamos por esto, es "normal", es nuestra vida diaria. Nos sentimos parte final de la fila cuando somos el principio. No nos damos cuenta cuanto nos menospreciamos, cuanto deberias amarnos, respetarnos, valorarnos y comprendernos.
La vida a veces se carga y otras veces te carga...
Cierro los ojos, suspiro, estoy dentro de mi misma ahora y puedo sentirme.
Me sumerjo en mis pensamientos y trato de entender que es lo que quiero, que es esto que voy respirando.
Deberia dejar mi jaula abierta, perimitirme volar mas alto y dejar que otros vengan a mi, que compartamos esto que tengo para ofrecer y aprender no solo por las malas.
Quiera despertarme entre tus brazos y que mi cuerpo huela a amor... que las manos me temblaran cuando pensara en tu nombre y que de la noche a la manana mi vida tuviera los colores que le daba antes.
Dejar la puerta a mitad, sin cerrarla y sin abrirla,
mirarte los pies desnudos flotando fuera del colchon sin sentir que hay nada bajo de ti, estas flotando.
En pocos momentos nos dariamos cuenta que vale la pena, que el miedo que vive dentro de mis nuestras almas es este encierro infeliz al que no pertencemos y las drogas de alegria que nos dan nos dejan solo respirar, como el oxigeno de un moribundo.
Carecer de esta libertad,
quitarse la ropa para quitarse el peso.
Hundirse en los labios de otro y sentir el refugio,
el perfume,
el rocio,
las fantasias...
Que poco soy en este momento,
que anto tengo para ofrecerte, se me desvordan por los oidos las flores y las mariposas me salen de la boca.
La poesia que no deja de llorarme que la escriba,
me tortura por las noches y se me clava en el alma porque no me da la gana tomar la pluma y escribirtela.
Tengo la esperanza de abrazarme fuerte y darme cuenta que no es tarde,
tengo la fe de verte amanecer y sonreirme despacio entre las cobijas.
Lo que me altera quiza es que no he logrado hacer lo que yo yo quiero, siempre consigo meter a la gente antes que yo y ya estoy cansada, quiero vivir mi vida y la carga es grande, asi que no me queda mas que continuar con mis responsabilidades, lo que sucede es que aveces esas personas a las que les sirvo podrian hacerme el favor de aligerarme la carga, pero no!!! por el contrario me meten piedras en los bolsillos y si tuvieran la oportunidad me harian zancadillas para hacerme caer en alguna de mis continuas carreras diarias.
Es un sin fin... creo que todos pasamos por esto, es "normal", es nuestra vida diaria. Nos sentimos parte final de la fila cuando somos el principio. No nos damos cuenta cuanto nos menospreciamos, cuanto deberias amarnos, respetarnos, valorarnos y comprendernos.
La vida a veces se carga y otras veces te carga...
Cierro los ojos, suspiro, estoy dentro de mi misma ahora y puedo sentirme.
Me sumerjo en mis pensamientos y trato de entender que es lo que quiero, que es esto que voy respirando.
Deberia dejar mi jaula abierta, perimitirme volar mas alto y dejar que otros vengan a mi, que compartamos esto que tengo para ofrecer y aprender no solo por las malas.
Quiera despertarme entre tus brazos y que mi cuerpo huela a amor... que las manos me temblaran cuando pensara en tu nombre y que de la noche a la manana mi vida tuviera los colores que le daba antes.
Dejar la puerta a mitad, sin cerrarla y sin abrirla,
mirarte los pies desnudos flotando fuera del colchon sin sentir que hay nada bajo de ti, estas flotando.
En pocos momentos nos dariamos cuenta que vale la pena, que el miedo que vive dentro de mis nuestras almas es este encierro infeliz al que no pertencemos y las drogas de alegria que nos dan nos dejan solo respirar, como el oxigeno de un moribundo.
Carecer de esta libertad,
quitarse la ropa para quitarse el peso.
Hundirse en los labios de otro y sentir el refugio,
el perfume,
el rocio,
las fantasias...
Que poco soy en este momento,
que anto tengo para ofrecerte, se me desvordan por los oidos las flores y las mariposas me salen de la boca.
La poesia que no deja de llorarme que la escriba,
me tortura por las noches y se me clava en el alma porque no me da la gana tomar la pluma y escribirtela.
Tengo la esperanza de abrazarme fuerte y darme cuenta que no es tarde,
tengo la fe de verte amanecer y sonreirme despacio entre las cobijas.
martes, 16 de junio de 2009
A veces cuando las luces se apagan, cuando esas tilitantes almas brillantes cesan sus cantos y queda en penumbra esto que estoy sintiendo, esto que estoy pensando, se abre paso a todo. Empiezo a comprender, empiezo a acomodar mis ideas, siento mi respiración profunda, se que estoy acá sentada en el medio de la nada solo conmigo que respiro, que pienso…
A veces cuando ya te has ido y no vuelves, es cuando me doy cuenta cuanto amo la soledad… estirarme en la cama y poder girar. Es el tiempo en el que puedo hundirme en mi misma, conocerme, rescatarme, poseerme y deslumbrarme…
A veces cuando caen lagrimas de mis ojos que humedecen mi rostro, las dejo llegar a mi boca, las saboreo así puedo probar el sabor del desamor, de la tristeza, el sabor de un corazón roto…
A veces cuando se cuelan por las ventana las sombras de los coches, de las gentes, de la vida, se me hace imposible dejar de pensarte, se me hace imposible no imaginarte en el ángulo oscuro de mi vida pidiendo perdón, pidiendo consuelo, pidiéndome brazos… estos brazos que ya no te alcanzan, estos brazos que te soltaron para dejarte volar…
A veces cuando estoy dormida y despierto de repente exaltada por el sueño que quiso comerme con sus dientes, es cuando me doy cuenta que sigo siendo niña y que necesito a mis padres para consolar mis heridas, mi alma que se quiebra en pedazos. Que sean ellos quienes pongan “curitas” y me abracen fuerte hasta volverme a sentir.
A veces cuando no escribo, que me quedo muda es porque por dentro estoy a gritos, tengo tantas palabras por decir que no me queda espacio para ninguna de ellas, todas vuelan en mi mente sin dejarme organizarlas, me cansan, me deprimen, me oscurecen…
A veces me doy cuenta que esto que vivo es real, que mi pasado , mi presente y mi futuro son la trenza que me sujeta, que algunas veces me ahorca y otras veces me sujeta para no caer mas profundo, para no entrar en el abismo…
A veces cuando ya te has ido y no vuelves, es cuando me doy cuenta cuanto amo la soledad… estirarme en la cama y poder girar. Es el tiempo en el que puedo hundirme en mi misma, conocerme, rescatarme, poseerme y deslumbrarme…
A veces cuando caen lagrimas de mis ojos que humedecen mi rostro, las dejo llegar a mi boca, las saboreo así puedo probar el sabor del desamor, de la tristeza, el sabor de un corazón roto…
A veces cuando se cuelan por las ventana las sombras de los coches, de las gentes, de la vida, se me hace imposible dejar de pensarte, se me hace imposible no imaginarte en el ángulo oscuro de mi vida pidiendo perdón, pidiendo consuelo, pidiéndome brazos… estos brazos que ya no te alcanzan, estos brazos que te soltaron para dejarte volar…
A veces cuando estoy dormida y despierto de repente exaltada por el sueño que quiso comerme con sus dientes, es cuando me doy cuenta que sigo siendo niña y que necesito a mis padres para consolar mis heridas, mi alma que se quiebra en pedazos. Que sean ellos quienes pongan “curitas” y me abracen fuerte hasta volverme a sentir.
A veces cuando no escribo, que me quedo muda es porque por dentro estoy a gritos, tengo tantas palabras por decir que no me queda espacio para ninguna de ellas, todas vuelan en mi mente sin dejarme organizarlas, me cansan, me deprimen, me oscurecen…
A veces me doy cuenta que esto que vivo es real, que mi pasado , mi presente y mi futuro son la trenza que me sujeta, que algunas veces me ahorca y otras veces me sujeta para no caer mas profundo, para no entrar en el abismo…
lunes, 20 de abril de 2009
Lo que ella no sabia
Camino largos pasos bajo la lluvia que bañaba sus lacios cabellos, no recordaba mucho de esa noche, su mente estaba nublada por espacios vacíos de tiempo, solo sentía que todo había sido en vano. El agua se escurría por su cara, lavando el maquillaje, y por sus ropas hasta llegar a alagar sus zapatos de tacón que producían un gracioso sonido cada vez que chapoteaban contra el suelo. La estación del bus se miraba a lo lejos, le faltaban talvez unas cuantas cuadras para alcanzarla y estar a salvo de las gotas de agua que se clavaban en su espalda. No sabía dónde había estacionado el coche, estaba perdida, su mente estaba bloqueada, no sabía qué estaba haciendo ahí.
Recordaba solo milésimos de segundo, trataba de hacer memoria de la noche pero todo era en demasiado confuso, dentro de ella sabía que las cosas habían salido mal, por eso estaba caminando bajo la lluvia… En su mente se repetían como ecos sus palabras hirientes, las podía sentir clavaba das y frías en su pecho como puñales que lograban atravesar no solo su carne y sino que lograban herir hasta su alma…
Escuchaba sus pasos que se hacían interminables. A lo lejos la silueta de alguien detenido bajo la lluvia, bañándose hasta los huesos como ella. Camino hasta llegar al sujeto, trataba de buscarle la forma definida pero solo lograba ver que aquella persona tenía las manos dentro de la gabardina y su cabeza hundida dentro de un sombrero y mirando el suelo. Tosió algo por el frió, pero aquel inmutable personaje se quedo fijo y firme como estatua de yeso. Empezó a pensar qué motivaba a ese hombre a estar bajo la lluvia: un amor, un desamor, esperaba alguien o algo, para qué estar bajo la lluvia de esa manera; si las cosas anduvieran bien en casa ninguno de los dos estarían en ese momento bajo la tormenta, algo tenían que tener en común. Aceleró el paso, haciendo caso omiso a lo que acaba de ocurrir, estaba tan atormentada con no poder recordar claramente las últimas horas, todo esto tenía que ser, posiblemente un juego de su mente.
Continúo su camino. Esas cuadras se hacían cada vez mas eternas, cada vez que miraba la casetilla estaba tan lejos como al principio, como minutos atrás. La carretera a penas estaba iluminada, ni un solo auto había pasado desde que empezó a caminar, le pareció bastante extraño por ser aquella era una de las calles más transitadas de la ciudad. Las luces se hacían intermitentes y empezó a notar que de tanto en tanto aparecían frente a ella siluetas descoloridas con cabezas bajas. Si alguna de ellas levantaba su mirada entre la penumbra lograba entrever horribles facciones de caras sufridas. Se limpiaba la cara, se quitaba la lluvia, el maquillaje y las lágrimas de los ojos para comprender si sus espejismos eran o no personas. Las sombras se movían, se entrecortaban con figuras borrosas. Eran sombras con caras atormentadas que se atravesaban o aparecían en su camino como pidiendo ayuda. Se retorcían como si algún dolor les maltratara, como si un mal viviera dentro de ellos.
Siguió su paso veloz, ahora más que nunca quería alcanzar la casetilla. Escucho detrás ella pasos y mirando por encima de su hombro observó que era el hombre que había encontrado minutos atrás. Caminaba encorvado, con las manos aún dentro de la gabardina y la cabeza baja… Su corazón empezó a palpitar rápidamente, bajo los vestidos bañados se dio cuenta que temblaba de miedo, presentía algo y no sabia qué. Todo aquello tenía que ser definitivamente un mal sueño, eso no podía estar pasándole, probablemente todo era parte de un gran mal sueño y todo era una gran farsa de su mente. Pensó en doblar en la próxima esquina y así su pesadilla terminaría.
Al doblar al ángulo entró en una pequeña calle oscura, caminó cada vez más despacio casi deslizándose, haciendo de sus pasos pisadas felinas, cautelosas y silenciosas, completamente invisible en la oscuridad de la noche, delatada sólo por el sonido de la lluvia contra su cuerpo. Tratando de ahogar su miedo trato de relajarse, de guardarse el corazón en el pecho y sintió como su respiración volvía poco a poco a la normalidad. Se sintió aliviada al escuchar como los pasos del hombre que la perseguía habían seguido derecho su camino, entonces no estaba tras ella! Fue solo una casualidad en la pesadilla…
Inhalo profundo, esa paranoia era nada más que otro producto de su imaginación.
Cuando ya no temblaba y había tomado fuerza suficiente trato de mirar entre la penumbra y apenas pudo ver sus manos. Sabía que hacia la izquierda estaba la salida a la calle principal, a su derecha el abismo de la oscuridad absoluta de aquel callejón. Respiro fuerte y se decidió salir, ya no corría peligro. Todavía estaba estrellada contra la pared, camuflándose. Se fue despegando del muro, trato de volverse y sintió una brisa helada que la volvió a paralizar, estaba de nuevo contra el muro y sentía miles de ojos posándose sobre ella. Se sintió asfixiada y su respiración se hacia cada vez mas espesa. Como pudo, quito el peso que la sostenía y corrió con todas sus fuerzas, había llegado al final del callejón!! Miro hacia todas partes, y de entre las sombras una silueta mas oscura que la propia oscuridad tomo su mano, se le erizo la piel cuando se acerco a su oído y le murmuro tan cerca que podía sentir la fría respiración: - mira más allá de tus ojos!-. Sus piernas temblaban como gelatina, nunca había estado más asustada. Soltó su mano de la cadena de hielo y logro escabullirse corriendo de nuevo pero esta vez hacia la luz, fuera del callejón.
Al llegar de nuevo a la entrada principal la lluvia ya había cesado, sus cabellos y sus ropas no estaban mojadas, se miro las manos, se toco su cara, debía ser la parte final del sueño.
Sin tener palabras que decir miro a su alrededor, no reconocía nada. El sol estaba a punto de salir. Hundió las manos en su cara, cubrió su rostro pero no para llorar sino para concentrarse. Realmente el sueño estaba llegando a su fin y empezó a ver las imágenes del pasado remoto y cercano que aparecían frente a ella como en una pantalla de cine. Momentos que no imaginaba que existieron y otros que recordaba como si hubieran sucedido ayer: su madre, su padre, sus juguetes de pequeña, su amigo imaginario, su oso de felpa favorito, sus vestidos, los zapatos, sus amigas del colegio, los libros pintados con corazones rotos y besos añejos, sus pantuflas, su gato, su casa, su auto, los momentos en que reía, sus amigos en una fiesta de cúmplenos, el amor de su vida, los otros tantos que no recordaba muy bien como se llamaban, tragos, bailes, plantas, viajes, playas, ducharse, trabajar por la mañana, el café, las flores, las lágrimas, la muerte de su hermano, cocinar, hacer el amor, besar, las peleas, las canciones, el viento en la cara, las risas de los niños en el parque y en ese momento ver cómo había acabado todo y ella sin tener palabras.
Sintió vergüenza por no haber podido predecirlo, ella era una predectora innata, cortantemente podía predecir eso que sucedería. Pero esta vez no había logrado anticipar los hechos, se dejó llevar como mecida por las nubes en una fantasía que ya sonaba a tormenta, una tan grande y tan fuerte como la que había caído esa noche.
Recordó su vestido verde y sus zapatos de tacón favoritos. Recordó el lugar y como corrió fuera del restaurante tratando de escapar de lo que no quería escuchar, de lo que no quería vivir. Recordó que lloraba, que se escabullo entre la gente que la chocaba y que su celular no dejaba de sonar. Había parqueado el coche del otro lado de la cuadra, esa tarde la ciudad estaba concurrida. Busco en su bolso las llaves del auto, el teléfono continuaba su incansable ring al que decidió seguir ignorando, no quería hablarle ya no habida mas que decir, así lo había decidido.
Atravesó la calle principal rápidamente y sin mirar demasiado. El auto que venia cruzando de la avenida no tuvo tiempo de frenar…. Fue fácil entender que todo había terminado.
Recordaba solo milésimos de segundo, trataba de hacer memoria de la noche pero todo era en demasiado confuso, dentro de ella sabía que las cosas habían salido mal, por eso estaba caminando bajo la lluvia… En su mente se repetían como ecos sus palabras hirientes, las podía sentir clavaba das y frías en su pecho como puñales que lograban atravesar no solo su carne y sino que lograban herir hasta su alma…
Escuchaba sus pasos que se hacían interminables. A lo lejos la silueta de alguien detenido bajo la lluvia, bañándose hasta los huesos como ella. Camino hasta llegar al sujeto, trataba de buscarle la forma definida pero solo lograba ver que aquella persona tenía las manos dentro de la gabardina y su cabeza hundida dentro de un sombrero y mirando el suelo. Tosió algo por el frió, pero aquel inmutable personaje se quedo fijo y firme como estatua de yeso. Empezó a pensar qué motivaba a ese hombre a estar bajo la lluvia: un amor, un desamor, esperaba alguien o algo, para qué estar bajo la lluvia de esa manera; si las cosas anduvieran bien en casa ninguno de los dos estarían en ese momento bajo la tormenta, algo tenían que tener en común. Aceleró el paso, haciendo caso omiso a lo que acaba de ocurrir, estaba tan atormentada con no poder recordar claramente las últimas horas, todo esto tenía que ser, posiblemente un juego de su mente.
Continúo su camino. Esas cuadras se hacían cada vez mas eternas, cada vez que miraba la casetilla estaba tan lejos como al principio, como minutos atrás. La carretera a penas estaba iluminada, ni un solo auto había pasado desde que empezó a caminar, le pareció bastante extraño por ser aquella era una de las calles más transitadas de la ciudad. Las luces se hacían intermitentes y empezó a notar que de tanto en tanto aparecían frente a ella siluetas descoloridas con cabezas bajas. Si alguna de ellas levantaba su mirada entre la penumbra lograba entrever horribles facciones de caras sufridas. Se limpiaba la cara, se quitaba la lluvia, el maquillaje y las lágrimas de los ojos para comprender si sus espejismos eran o no personas. Las sombras se movían, se entrecortaban con figuras borrosas. Eran sombras con caras atormentadas que se atravesaban o aparecían en su camino como pidiendo ayuda. Se retorcían como si algún dolor les maltratara, como si un mal viviera dentro de ellos.
Siguió su paso veloz, ahora más que nunca quería alcanzar la casetilla. Escucho detrás ella pasos y mirando por encima de su hombro observó que era el hombre que había encontrado minutos atrás. Caminaba encorvado, con las manos aún dentro de la gabardina y la cabeza baja… Su corazón empezó a palpitar rápidamente, bajo los vestidos bañados se dio cuenta que temblaba de miedo, presentía algo y no sabia qué. Todo aquello tenía que ser definitivamente un mal sueño, eso no podía estar pasándole, probablemente todo era parte de un gran mal sueño y todo era una gran farsa de su mente. Pensó en doblar en la próxima esquina y así su pesadilla terminaría.
Al doblar al ángulo entró en una pequeña calle oscura, caminó cada vez más despacio casi deslizándose, haciendo de sus pasos pisadas felinas, cautelosas y silenciosas, completamente invisible en la oscuridad de la noche, delatada sólo por el sonido de la lluvia contra su cuerpo. Tratando de ahogar su miedo trato de relajarse, de guardarse el corazón en el pecho y sintió como su respiración volvía poco a poco a la normalidad. Se sintió aliviada al escuchar como los pasos del hombre que la perseguía habían seguido derecho su camino, entonces no estaba tras ella! Fue solo una casualidad en la pesadilla…
Inhalo profundo, esa paranoia era nada más que otro producto de su imaginación.
Cuando ya no temblaba y había tomado fuerza suficiente trato de mirar entre la penumbra y apenas pudo ver sus manos. Sabía que hacia la izquierda estaba la salida a la calle principal, a su derecha el abismo de la oscuridad absoluta de aquel callejón. Respiro fuerte y se decidió salir, ya no corría peligro. Todavía estaba estrellada contra la pared, camuflándose. Se fue despegando del muro, trato de volverse y sintió una brisa helada que la volvió a paralizar, estaba de nuevo contra el muro y sentía miles de ojos posándose sobre ella. Se sintió asfixiada y su respiración se hacia cada vez mas espesa. Como pudo, quito el peso que la sostenía y corrió con todas sus fuerzas, había llegado al final del callejón!! Miro hacia todas partes, y de entre las sombras una silueta mas oscura que la propia oscuridad tomo su mano, se le erizo la piel cuando se acerco a su oído y le murmuro tan cerca que podía sentir la fría respiración: - mira más allá de tus ojos!-. Sus piernas temblaban como gelatina, nunca había estado más asustada. Soltó su mano de la cadena de hielo y logro escabullirse corriendo de nuevo pero esta vez hacia la luz, fuera del callejón.
Al llegar de nuevo a la entrada principal la lluvia ya había cesado, sus cabellos y sus ropas no estaban mojadas, se miro las manos, se toco su cara, debía ser la parte final del sueño.
Sin tener palabras que decir miro a su alrededor, no reconocía nada. El sol estaba a punto de salir. Hundió las manos en su cara, cubrió su rostro pero no para llorar sino para concentrarse. Realmente el sueño estaba llegando a su fin y empezó a ver las imágenes del pasado remoto y cercano que aparecían frente a ella como en una pantalla de cine. Momentos que no imaginaba que existieron y otros que recordaba como si hubieran sucedido ayer: su madre, su padre, sus juguetes de pequeña, su amigo imaginario, su oso de felpa favorito, sus vestidos, los zapatos, sus amigas del colegio, los libros pintados con corazones rotos y besos añejos, sus pantuflas, su gato, su casa, su auto, los momentos en que reía, sus amigos en una fiesta de cúmplenos, el amor de su vida, los otros tantos que no recordaba muy bien como se llamaban, tragos, bailes, plantas, viajes, playas, ducharse, trabajar por la mañana, el café, las flores, las lágrimas, la muerte de su hermano, cocinar, hacer el amor, besar, las peleas, las canciones, el viento en la cara, las risas de los niños en el parque y en ese momento ver cómo había acabado todo y ella sin tener palabras.
Sintió vergüenza por no haber podido predecirlo, ella era una predectora innata, cortantemente podía predecir eso que sucedería. Pero esta vez no había logrado anticipar los hechos, se dejó llevar como mecida por las nubes en una fantasía que ya sonaba a tormenta, una tan grande y tan fuerte como la que había caído esa noche.
Recordó su vestido verde y sus zapatos de tacón favoritos. Recordó el lugar y como corrió fuera del restaurante tratando de escapar de lo que no quería escuchar, de lo que no quería vivir. Recordó que lloraba, que se escabullo entre la gente que la chocaba y que su celular no dejaba de sonar. Había parqueado el coche del otro lado de la cuadra, esa tarde la ciudad estaba concurrida. Busco en su bolso las llaves del auto, el teléfono continuaba su incansable ring al que decidió seguir ignorando, no quería hablarle ya no habida mas que decir, así lo había decidido.
Atravesó la calle principal rápidamente y sin mirar demasiado. El auto que venia cruzando de la avenida no tuvo tiempo de frenar…. Fue fácil entender que todo había terminado.
jueves, 19 de marzo de 2009
Esos instantes en los que podemos ser invisibles
Los momentos que desconocemos uno del otro,
Esos momentos en que somos frágiles como una hoja al viento
Y flotamos libremente en nuestros pensamientos.
Son momentos en lo que no nos pertenecemos,
Momentos en los que dejamos de ser esos seres que se conocen
Y nos perdemos en el tiempo de instantes que nos llenan de pensamientos.
Cerramos las persianas de nuestros ojos,
Nos hundimos en un tiempo donde solo escuchamos nuestra respiración y sabemos quiénes somos.
Esos momentos en que somos frágiles como una hoja al viento
Y flotamos libremente en nuestros pensamientos.
Son momentos en lo que no nos pertenecemos,
Momentos en los que dejamos de ser esos seres que se conocen
Y nos perdemos en el tiempo de instantes que nos llenan de pensamientos.
Cerramos las persianas de nuestros ojos,
Nos hundimos en un tiempo donde solo escuchamos nuestra respiración y sabemos quiénes somos.
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