Talvez suene un poco tétrica esta historia, es acerca de la muerte; bueno de la muerte en cierta forma claro... Esto es acerca de los animales... La verdad es increíble, creo que nunca antes había atropellado nada ni nada se había hecho atropellar por mí.
Qué te puedo contar, crees en las leyes de la probabilidad? en la ley de Murphy? en las casualidades casuales de los días comunes? Bueno pues hay días que son realmente extraños por así decirlo. Son esos días en que te levantas y no te acuerdas cuál fue el primer pie que pusiste fuera de la cama; pero igual, salís de la casa pensando que es otro día y que todo va bien hasta que empiezan las señales, algo así como un momento en el que deberías de tener más atención, pero las ignoro porque me da igual.
El camino lo conozco bien, ya sé dónde girar y por dónde voy. Todo iba de maravilla, era un viaje de relax, pero pueden las casualidades ser tan casuales y puede ser posible que en un mismo viaje pasen tantas cosas sin ser catalogadas como “rarezas” de esas que me persiguen.
El primer gran detalle que te cuento es manejar tranquila y segura -creo yo que segura, la verdad es que ese sentimiento de hombre, bueno mujer en mi caso, y máquina es casi automático, una vez dentro del coche te conviertes en un solo instrumento de tecnología: la máquina y yo con un mismo fin, llegar a mi destino-.
Como es normal los caminos rurales son bastante extraños, se puede encontrar muchas sorpresas y pues de eso se trata todo esto. A pesar de eso, digamos que hay casualidades “razonables” que no puedes dejar que te ocupen demasiado rato el pensamiento. Pero vamos a los hechos, es la parte en la que entro en cuestionamientos más serios, porque la primera parte no es nada si la comparo con la segunda y la tercera.
Existe en la naturaleza el suicidio? Antes creía que los animales en su conciencia primitiva no podían caer en esas cosas, pero después de esto no sé que pensar!!!! Estoy hablando de un pájaro suicida que se dejo caer en picada desde el cielo contra el bumper de mi auto y decidió, despechado por amor talvez, encontrar la muerte conmigo, pero ¿por qué conmigo? ¿de todos los autos que recorren ese camino diariamente por qué conmigo? Pasé en el momento exacto en que aquel kamikaze animal decidió acabar con su existencia y terminar despedazado entre el metal, el asfalto y el hule de las llantas... Después de ver tan honorífica escena, es de entender mi preocupación y el por qué lo escribo. Aquello se quedó en mi mente: las plumas que volaban y la imagen del estúpido pájaro que pasó a mejor vida delante de mis ojos.
Pero sigo... El calor de Guanacaste ahoga a cualquiera que vaya en un vehículo cerrado y como era bastante extremo, como siempre; todas las ventanillas iban abiertas para que el sol y el viento nos dieran un poco más de aliento para continuar un feliz viaje después de la horrorosa escena del pájaro muerto. Pero cuántas posibilidades hay de ir manejando a una velocidad razonable, mirar a la orilla del camino a un hermoso zorrillo y saber que lo vas a aplastar si no se quita? Cuántas posibilidades hay de lograr evitarlo y pasarle tan cerca solo rozándolo, creo, sin atropellarlo, sin golpearlo y que el animal se asuste tanto en ese momento que se mee y que todo su hedor entre en el vehículo y en los ojos de quienes estábamos entro de él? Cuántas posibilidades existen en el mundo para que estas cosas sucedan?
Aquí no termina la historia. No, todavía hay más! Por eso digo qué posibilidades existen, para que todo pase en un mismo día. Y todo había empezado como un día común, con la naturalidad de siempre: me preparé, comí algo a prisa porque ya me esperaban; siempre me esperan, no es que me guste es que las situaciones de la vida se prestan para que yo llegue con algún retraso de tiempo, aunque he de confesar que no soporto esperar a nadie. Pero igual era de esos días que lo que esperas es pura diversión y en vez de eso se queda esto grabado en la cabeza como el día de las tragedias animales…
Ya llegando al final de tan trágica historia , ya el mal olor había abandonado el auto, o talvez ya nos habíamos acostumbrado a él, pero entre risas habíamos dejado atrás este otro incidente y nos preparábamos para seguir con nuestro camino de regreso, yo más que los demás, pues era yo quien llevaba el volante.
La música y el camino, yo y los demás y delante de mi una manada -no sé si se dice manada o grupo o cómo llamarlo-, bueno un pichazo de cerdos que cruzan felices la carretera sin ningún control ni miedo. Sueno la bocina y ninguno de los animales se mueve más de lo que ellos mismos deciden y yo que me acerco más y más a lo lejos y los cerdos que siguen su rumbo sin hacerme caso en absoluto.
Bajo la velocidad y ellos no aumentan su ritmo, empiezo a moverme dentro de estos cerdos que me pasan cerca, por todas partes y empiezan a correr asustados delante, a los lados y por detrás de mi coche. No tengo escape, estoy atrapada entre los cerdos y los cerdos conmigo!!!. Minutos después se escucha un cerdo bajo mis llantas: atropellé a uno!! Para suerte del animal no lo mate, creo, bueno no en ese momento; no es que esté al 100% segura lo que si estoy estoy muy segura es que los cerdos son animales muy flexibles porque se levantó y corrió a toda prisa cerca de sus amigos. La verdad es que no sé que le pasó, sólo recuerdo que ese animal salió de por abajo del auto y cojeaba un poco…
Entonces?
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