lunes, 19 de noviembre de 2007

El ruido de fondo

No hace falta mucho para que de tus ojos salgan palabras… Son momento fugaces llenos de vida, derroches de amor de esos que nos damos… Dejamos de sentir, dejamos de pensar, solo que esta vez me tejiste una red para caer despacio sin lastimarme. Y me fui de viaje astral entre tus brazos, me volví aire por un momento fantástico.

Aquel momento que se volvió eterno, una canción infinita que nos permitió hundirnos en un instante sereno, lleno de flores, de colores, de una pasión por estar vivos, por cerrar los ojos y darnos cuenta que estamos prendidos de algo que va más allá de nosotros mismos, más allá de los sabores y extrañas figuras que nos difuminan.
La música nos movía, yo un poco mas como de costumbre, hasta que al final nos sincronizamos en un ritmo mágico y tus palabras empezaron a envolverme mariposa en su capullo, me empezaron a sonar en el alma como campanas y las incluí todas en pequeñas porciones dentro de mi cabeza, dentro de los momentos que quiero recordar por siempre…

Me das fantasía, una casi de niña. Me limpiaste la cara, me encuentras a mi misma, me permites ser solo yo, no mujer, no nido, no cuerpo, no olvido, me permites ser alma… ser contigo solo un alma y entendernos mejor que lo predicho. Y me haces volar llena de gorriones encendidos, me atropellas con corazones la vista.

Es increíble me permites olvidarme del ruido del fondo, concentrarme en nosotros, en segundos de eternidad y solo sentir como se flota, como se vuela, como se respira sin importarnos un bledo lo que pasa a nuestro alrededor. Nos confundimos, nos volvemos transparentes, nos vamos de la mano al país de las maravillas.

Esto, a esto le llamo amor… es solo aprender a compartirse, dejar de lado lo que somos… solo sentir…

Gracias por ese instante perfecto… gracias por estar conmigo…
Love U!!!

2 comentarios:

Haz de luz dijo...

Me erizaste y me transportaste al mundo que dejamos en ese instante. Gracias por el cuento!

Lu2

Flavia dijo...

Gracias a ti por regalarme moemntos y pemitir que los ahorre en mi mente...